sábado, 10 de septiembre de 2011

“…Y NO DECIMOS NADA”






“La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín, y no decimos nada.

La segunda noche ya no se esconden pisan las flores, matan nuestro perro y no decimos nada.

Hasta que un día el más frágil de ellos entra sólo en nuestra casa, nos roba la luna, y conociendo nuestro miedo nos arranca la voz de la garganta.

Y porque no dijimos nada ya no podemos decir nada” 

Vladimir Maiakovski.



Vladímir Vladímirovich Mayakovski 1893 – 1930. Fue un poeta y dramaturgo revolucionario ruso y una de las figuras más relevantes de la poesía rusa de comienzos del siglo XX. Fue iniciador del futurismo ruso. De hecho publicó en 1912, junto con David Burliuk y Velimir Jlébnikov, su manifiesto La bofetada al gusto del público.

Al final de su vida se desengañó de la vida soviética, tanto los pequeños burgueses soviéticos como los escritores y los críticos del Proletkult (Cultura proletaria) no lo comprendieron y lo acosaban con crítica acerada.

Mayakovski se suicidó de un disparo en el corazón el 14 de abril de 1930 sin que se hayan podido dilucidar, con claridad, las causas de esa determinación; es probable que intervinieran factores emocionales, como algunas críticas severas por su expresivo «individualismo».

Tras su muerte, al ser atacado por la prensa soviética y señalado como "formalista", Lilia Brik escribió en 1935 a Stalin señalándole la situación, y este respondió con el siguiente comentario escrito: 

"Camarada Yezhov, ocúpese de la carta de Brik. Mayakovski sigue siendo el mejor y más talentoso de los poetas de la época soviética. La indiferencia a su legado cultural es un crimen. En mi opinión, los reclamos de Brik están justificados..."



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