domingo, 11 de diciembre de 2011

¡TÚ DECIDES¡ EMPLEADO O EMPRENDEDOR




Hay una gran diferencia entre quien quiere salir adelante y quién no. Muchas personas no lo pueden ver, pero hay quienes piensan como emprendedores y quienes lo hacen como empleados. ¿De qué lado estás?
Aquel trabajador que tiene la mentalidad de empleado es quien siempre busca beneficios a cambio de poco. Sí, aquellas personas sin iniciativa que se limitan a realizar sólo las tareas que le son específicamente indicadas, sin preocuparse por hacer nada más que eso, es decir, sin aportar un plus personal, pues cuando queda un poco de tiempo libre lo utilizan para no hacer nada.
Las críticas a sus compañeros, superiores o cualquiera que “se meta con su trabajo” son parte de todo el paquete, uno donde simplemente se busca crear una dependencia que garantice un sueldo mensual, con horarios establecidos e instrucciones claras.
Todos, en mayor o en menor medida, tenemos mentalidad de empleado. Pero, ¿qué debemos hacer para abandonar esos pensamientos y comportamientos? He aquí algunos consejos para dejar esa actitud atrás.

1. Sé consciente de dónde te encuentras y las cosas realmente importantes para la institución en la que trabajas. Y es que generalmente, una persona con mentalidad de empleado cree que  la institución le debe; sí, que le debe los días que se sintió mal y aun así se presentó a trabajar, las actividades recreativas o simplemente personales a las que tuvo que renunciar para poder hacer lo que “tenía” hacer, etcétera.

Pero, la realidad es que la mayoría de los trabajos no suelen tomar en cuenta los esfuerzos o méritos genuinos por encima de las políticas internas. Si estás al tanto de ello, es una buena forma de no sufrir una desilusión con tu trabajo, pues si crees que la institución te debe y no reacciona como crees que te lo mereces será más grande la decepción en momentos de inflexión.
Conoce las políticas, conoce el lugar donde trabajas y siempre recuerda que no estás obligado a estar allí.

2. No te quedes con lo que hay, busca un poco más y sé creativo. La creatividad te permitirá disfrutar más tus deberes, aprovechar las oportunidades internas y resaltar de entre los otros empleados.

3. Deja de lado las comodidades y busca trabajar con metas, si en tu trabajo no las exigen, exígete metas personales para superarte en lo que haces. “La creación se da en la incomodad, en la imposibilidad, en la carencia”.

4. Aprende todo lo que puedas de la institución en la que trabajas, incluso busca un poco más y toma todo lo que puedas como aprendizaje. El conocimiento te dará la oportunidad de explorar otras áreas laborales y aplicar algunas cosas aprendidas, mejorar otras y crear nuevas estrategias para obtener mejores resultados de los que ya del lugar donde estás ahora.

5. Crea una red de contactos. Siempre, las personas nos podrán ayudar para algo. Abandona la mentalidad de empleado y sé consciente de que una red de contactos puede ser muy valiosa en el ámbito laboral, ya sea para pasar mejor el tiempo, para avanzar en tu carrera, hasta para buscar otro empleo o para crear tu propio negocio.

6. Conviértete en un emprendedor, enfócate más en tu proyecto de desarrollo personal que en tu Curriculum Vitae. La mentalidad de empleado se fija mucho más en el formato, en la foto… En la actualización de la hoja de vida, que en crear un proyecto con objetivos claros que pueda dar resultados parciales y a largo plazo, para ir avanzando en la carrera profesional.

7. Esclavizarte en un trabajo por estar pensando en lo que obtendrás cuando te jubiles, hace que vivas una vida cómoda (si te pagan bien), pero infeliz, pues seguro esta no se acerca a tus expectativas en lo más mínimo. 
Nunca es tarde para iniciar un proyecto que nos llama la atención, quien piensa que sí es que su mentalidad de empleado no lo deja ver más; pero, hay que buscar no sólo los beneficios monetarios, sino los beneficios monetarios acompañados de la satisfacción personal.

8. No tengas miedo. ¿Qué es lo más grave que te puede pasar? Una persona con mentalidad de empleado ve los momentos de crisis como aquellos que sirven para agachar la cabeza y esperar a que todo se calme, generalmente por miedo a lo desconocido. Deja eso atrás y crea una nueva mentalidad donde la aventura y arriesgarse sean el inicio de un proyecto profesional con grandes beneficios.

9. Para alcanzar sus proyectos y metas, una persona con mentalidad de emprendedor, no le importa trabajar con otras personas. Los equipos siempre serán importantes. Escuchar ideas, expresar las propias, llevará a obtener un bien común.

10. Abandona la infelicidad, que no te importe la dinámica, que te importe el rumbo que quieres en tu vida profesional.





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